LA ESTRELLA

Al anochecer, bajo la luz de las estrellas, este personaje dulce se muestra desnudo y auténtico, sin artificios. En sus manos, dos jarras vierten agua de forma generosa, nutriendo el ciclo de la vida. Tiene un pie en el agua, que la conecta con la intuición y las emociones y el otro, en el suelo, arraigado en la vida y apoyado sobre la base de lo que queda de la Torre, el Arcano anterior.

Un pájaro con las alas abiertas nos señala una moneda dorada escondida en uno de los arbolitos que crecen en el paisaje del fondo, para recordarnos nuestros dones y cómo podemos hacerlos crecer.